Letra muerta
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- Creado en Lunes, 30 Noviembre 2015 06:58
Según la Declaración relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo, “la libertad de asociación, la libertad sindical y el derecho de negociación colectiva son derechos humanos fundamentales en el trabajo que forman parte integral de la democracia. Constituyen la base de las libertades civiles y una garantía a efectos de la protección contra la discriminación, la injerencia y el acoso”.
En México, los sindicatos de protección y las empresas tienen una larga historia.
Es una práctica común entre estos sindicatos y empresas firmar contratos amañados. Estos contratos tienen como objetivo impedir que los trabajadores se organicen y puedan hacer valer su derecho a la libertad de asociación y negociación colectiva.
En su informe anual de 2013, el Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal) documentó el caso del Sindicato de Empleados y Trabajadores en la Estructura, Armadura Motriz e Industrial (SETEAMI), dirigido por Carlos Arias. En ese momento, según la página de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, tenía firmados contratos colectivos con 58 empresas diferentes.
Cereal entrevistó a trabajadores de algunas de esas empresas y ninguno de ellos había participado en una asamblea o sabía el nombre del sindicato, el de su líder sindical, ni siquiera tenían conciencia de que estaban sindicalizados.
Entonces, ¿quién eligió a Carlos Arias como líder sindical? ¿Cuándo fueron afiliados estos trabajadores al SETEAMI?
Aquí queda patente el engaño que las empresas y estos líderes sindicales orquestan en contra de los derechos de los trabajadores.
El ejemplo viene a colación, pues en estos días se lleva a cabo, en la planta armadora que tiene Honda en el Salto, el recuento sindical promovido por los miembros del Sindicato de Trabajadores Unidos de Honda de México (STUHM). El SETEAMI ha tenido por muchos años la titularidad del contrato colectivo de Honda, como ya hemos dicho, sin que los trabajadores hayan tenido participación en eso. Ante la falta de representación sindical, los trabajadores del STUHM decidieron organizarse.
Después de mostrar públicamente su intención de organizar a sus compañeros, para los miembros del STUHM comenzó un largo calvario que incluyó despidos injustificados, arrestos ilegales, fracturas internas, tortura, amenazas a ellos y a sus familiares, etcétera.
Hoy tienen una pequeña oportunidad de que su voz se escuche y que se haga valer su derecho y el de sus compañeros de luchas por mejorar sus condiciones laborales; sin embargo parece que la empresa y el STEAMI no están dispuestos a devolver a los trabajadores lo que ya les habían quitado: la libertad de asociación y negociación colectiva, uno de sus derechos fundamentales.
*Miembro del Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal)
@cerealgdl
Vía NTR
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